lunes, 14 de noviembre de 2011

Tolerancia y diálogo, fruto de la inmigración


La quinta y última charla del ciclo “Cómo seríamos sin E”, organizado por la Embajada de España, tuvo a la cultura política como tema principal. Para reflexionar y generar debate sobre ello, se invitó al diputado del Partido Nacional Jaime Mario Trobo, al senador del Partido Colorado José Amorín, y al historiador y politólogo Gerardo Caetano. La periodista Mónica Bottero fue la encargada de moderar la charla que despediría al ciclo, tertulias que han permitido reunir a destacadas personalidades de la gastronomía, la cultura, la política y la economía uruguayas, y que han hecho posible que los asistentes, sentados junto a un café, se preguntaran acerca de su historia y de su identidad.

El primero en tomar la palabra fue el diputado Trobo, quien fue Presidente de la Cámara de Representantes, ex ministro de Deporte y Juventud y que actualmente coordina la Secretaría de Relaciones Internacionales del Partido Nacional. Jaime Mario Trobo empezó hablando de los colectivos de gallegos, canarios y catalanes que llegaron al Uruguay a lo largo del siglo XIX y XX. “En 1830 había 70.000 habitantes y en 1900 la población ya era de un millón. La gente llegaba y finalmente decidía quedarse”.

Para el diputado Trobo, una persona que tuvo significación política porque participó activamente en los procesos políticos uruguayos fue Antonio Díaz, nacido en A Coruña y que llegó aquí con 13 años. Díaz llegó a ser teniente, capitán, ministro de Defensa y finalmente secretario del Congreso de Tres Cruces.

Tras su intervención, la moderadora, Mónica Bottero, le preguntó: “¿Qué rasgos de los españoles influyeron en la cultura política’”. “La tolerancia y el diálogo, que es fruto del crisol de culturas producto de la inmigración”, respondió Trobo. El diputado del Partido Nacional explicó que la cultura política del Uruguay se caracteriza por su visión abierta y tolerante, y que ello se pudo dar gracias a la inmigración sistemática, tanto en el siglo XIX como en el XX.

Continuó la tertulia José Amorín, senador del Partido Colorado, ex Presidente de la Cámara de Representantes y ex ministro de Educación y Cultura, el cual, al igual que Trobo, optó por mostrar la importancia de España en los procesos políticos uruguayos a través de un ejemplo concreto de personaje histórico. En su caso eligió a una persona fuertemente vinculada a él: Lorenzo Batlle y Grau. Nacido en Montevideo en 1810, hijo de un comerciante catalán, tras las revoluciones de principios del siglo XIX la familia decide regresar a España, y es allí donde Lorenzo Batlle adquiere su formación e ideas políticas.

Tal y como explicó Amorín, “todas las corrientes políticas del siglo XIX vinieron de Europa, y especialmente desde España, pues fue allí donde se hacían las interpretaciones y traducciones al castellano.” Y agregó: “Es evidente que España influyó en el desarrollo de la cultura política, y eso se dio más en el siglo XIX que en el XX”.

Por su parte, el historiador Gerardo Caetano explicó que al cuestionarse cómo seríamos sin E, “el primer paso implica problematizar la “E”, cosa que conlleva problematizar sobre nuestra identidad, y sobre quiénes fueron los españoles.”

“A Artigas lo construimos y lo hicimos uruguayo, legítimamente. Pero es curioso pensar que él no se hubiera reconocido como uruguayo, porque entonces Uruguay no existía”. El historiador, al igual que sus contertulios, hizo hincapié en la importancia que los flujos migratorios tuvieron en el país, sobre todo en el siglo XIX, cuando se estaba empezando a construir la identidad uruguaya. Caetano apuntó que la inmigración que recibió Uruguay fue precoz, si se compara con sus vecinos Argentina y Brasil.

Caetano abordó también la influencia que la Guerra Civil española tuvo en Uruguay y en sus partidos políticos, “donde algunos se posicionaron como franquistas y otros como republicanos dentro incluso de los propios partidos”. Y para finalizar, concluyó: “Es un debate de trasiegos, donde los uruguayos han reconocido a España un rol de intermediación, de traductor de otros, cosa que les ha impedido ver que, en el fondo, su rol es mucho mayor.”

miércoles, 9 de noviembre de 2011

¿Eres uruguayo y español? ¿Has vivido en España o en Uruguay por mucho tiempo? ¿Sientes afecto por ambos países?


Con motivo del Bicentenario, las diferentes colectividades españolas en Uruguay quieren participar en los festejos de esta conmemoración en un país en el que llevan viviendo mucho tiempo y que también sienten como suyo.
Es por ello que, junto a la Embajada de España, se han volcado en la organización de un evento público en la Plaza Matriz (Montevideo) el próximo 2 de diciembre, en donde se podrá disfrutar de espectáculos de música y danza tradicional española, exhibiciones y degustación de comida típica de las distintas regiones de España. 

Y además, como símbolo de la unión y la amistad entre nuestros países, se elaborarán gigantografías de  las banderas de España y Uruguay con pequeñas imágenes de personas que tienen ambas nacionalidades o, que sencillamente, se sienten pertenecientes por igual a ambos países.

Si te apetece participar, envía tu foto a  fotoespanauruguay@gmail.com o a través de Facebook, buscando “Foto España Uruguay” y pidiéndole amistad.
También tomaremos fotos el día de 2 de diciembre en la misma Plaza Matriz.
Exhibiremos el resultado el día 2 de diciembre, y se difundirá en prensa y en nuestras redes sociales.  

Esperamos tu foto!!!

miércoles, 19 de octubre de 2011

Elige al ganador del Concurso de Graffitis del Bicentenario

Puedes elegir al ganador del Concurso de graffitis del Bicentenario organizado por la Embajada de España y la Comisión del Bicentenario de entre los 5 pintados en el paredón del Cementerio del Buceo.
Para hacerlo debes ingresar en la página del Centro Cultural de España: http://www.cce.org.uy/ y seleccionar tu preferido.
Aquí te los mostramos.



jueves, 13 de octubre de 2011

“Saber de dónde venimos ayuda a mejorar el futuro”

“El ganado nos marcó, sin lugar a dudas”, afirmaba el periodista Raúl Ponce para dar inicio a la tertulia sobre economía, la cuarta charla del ciclo “Cómo seríamos sin E” que organiza la Embajada de España y que tienen lugar el primer miércoles de cada mes en el Centro Cultural de España. La tertulia reunió en esta ocasión al Doctor en Historia Económica Gabriel Oddone y al Presidente y Gerente General del Grupo Santander Uruguay, Jorge Jourdan.
El primero en tomar la palabra fue Oddone quien corroboró que en el Uruguay “hay más cabezas de ganado que población, desde siempre” y comentó que la base agroindustrial del país surge con la introducción privada de la ganadería por parte de la colonia española para frenar así el avance de los portugueses a un territorio muy poco poblado, como era entonces el uruguayo. Oddone, quien es autor de diversos trabajos sobre economía política, crecimiento económico e integración regional, además de profesor titular en la Universidad de la República del Uruguay, explicó a un público callado y muy atento que los españoles organizaron el territorio bajo unos esquemas de Estado de los cuales hoy es herencia tanto el Uruguay como el resto de América Latina.

Un primer elemento en la organización del territorio de América fue la estructura tributaria altamente dependiente de las aduanas, hecho que convirtió a América Latina en dependiente del comercio exterior. El Doctor en Economía destacó también la tradición monetaria que dejaron los españoles, así como la estructura de la propiedad privada y su forma de documentarla. “La fe pública de propiedad deriva de la tradición franco-española. Estos principios tan rígidos de escribanía se han relajado en otros países como Chile o Colombia, pero no en Uruguay”, añadió Oddone.
Después, de la segunda mitad del siglo XIX a la segunda del XX, se abrió un periodo negro y largo en el que España no tuvo relevancia en términos macroeconómicos y de comercio. Sin embargo, fue precisamente entonces cuando llegaron muchos gallegos y catalanes que dieron una impronta al pequeño comercio uruguayo.
Las relaciones volvieron a reanudarse en la década de los noventa, cuando la primera generación de economistas uruguayos decide estudiar en el exterior y escogen España como destino, porque “la veíamos como una sociedad abierta, plural y cosmopolita. Los programas de doctorado de algunas universidades, entre las que destacan la Universidad Carlos III de Madrid, la Universitat de Barcelona, la Pompeu Fabra y la Universitat Autònoma de Barcelona, eran y son muy reconocidos en los rankings internacionales”, apuntó Oddone, quien fue integrante de dicha generación y se doctoró en España.
“Los bancos fueron de las primeras empresas españolas en salir al exterior, luego lo hicieron el resto”, así tomaba la palabra Jorge Jourdá, presidente del Grupo Santander Uruguay, tras la intervención de Gabriel Oddone. “El objetivo de los bancos no era internacionalizar su estructura financiera, era una banca más rudimentaria, llegaron a los países sin modelos muy concretos. Y, aún así, hoy la banca española es una de las más importantes. Empiezan a competir entonces con la banca inglesa, holandesa, de los cuales hoy aquí quedan muy pocos. En América Latina se hizo experiencia internacional.”
Jourdan explicó que España desarrolla el sistema financiero con vocación internacional pero siempre con la impronta nacional de cada país y con la idea que cada uno haga sostenible su banco. Y añadió: “Hoy pensar en el Uruguay sin el sistema financiero español sería realmente complicado, porque representa el 50% del mercado.”
Gabriel Oddone cerró la tertulia comentando que, según su opinión, preguntarse qué habría pasado si otras cosas hubieran sucedido en la historia no tiene sentido. “Yo creo que no podemos entender América Latina sin la influencia española. Fue así. Somos lo que somos, y lo importante es saber de dónde venimos porque ayuda a mejorar el futuro. En general soy bastante contrario a los análisis contrafactuales porque son muy difíciles de controvertir. Como economista que soy necesito datos para no caer en conjeturas con tinte ideológico.”

PONENTES:
Raúl Ponce:
Periodista.
Gabriel Oddone
Doctor en historia económica.
Jorge Jourdan
Banco Santander

lunes, 12 de septiembre de 2011

“El trasiego es permanente”

La tercera tertulia del ciclo ‘¿Como seríamos sin E…?’ que organiza la Embajada de España con motivo de los festejos del Bicentenario, puso a la gastronomía en el centro de la mesa y sus comensales fueron Hugo García Robles, Marcela Baruch y Esteban Briozzo. En esta ocasión el moderador de la charla fue el periodista de ‘El Observador’ Valentín Trujillo.
El primero de ellos en tomar la palabra fue el crítico y periodista cultural Hugo García Robles, autor del libro “El mantel celeste” (2006), sobre  historia y recetario de la cocina uruguaya, quien considera que el legado de España en el Uruguay es enorme ya sea “porque las vacas las trajeron los españoles”, o porque acá comemos también pucheros. Sin embargo, “el puchero uruguayo viene de España, sí, pero no es el mismo. Una variación en un ingrediente, lo convierte automáticamente en algo diferente. Un detalle nacionaliza un plato”.
Esteban Briozzo, propietario de la empresa de catering Gastronomía Integral de Montevideo, y que colaboró en el prestigioso restaurante “El Bulli” del chef catalán Ferrán Adrià, considera que en el Uruguay se dio una pérdida de identidad de la gastronomía. “Hay productos que se perdieron o que están en desuso. Por ejemplo, la quinua que, a pesar de ser mucho más nutritiva que la propia carne, poca gente la cocina.” Al escuchar la afirmación del chef, García Robles contestó que no hay ninguna cocina pura, si no que es el uso que se le da a los productos lo que le otorga propiedad. No obstante, “es cierto que acá no hay una herencia indígena como en otros países, por ejemplo México, donde el mole es un plato muy extendido y apreciado. En el Uruguay sólo hay lo que trajeron los inmigrantes”, comentó el crítico.
Briozzo explicó que, en su opinión, toda la gastronomía tiene siempre un mapa de gustos, pero que para que ésta pueda crecer primero ha de identificarse con algo propio. “En el Uruguay es necesaria una cultura y educación gastronómica. Valorar los productos, apreciarlos, exigir calidad en las ferias y en los restaurantes, y eso ahora en este país no se da. Sólo con el valor y la exigencia la gastronomía podrá expandirse y crecer”, añadió.
Para Marcela Baruch, sommelier y crítica gastronómica de la revista Galería, entre otras, las cocinas se fusionan siempre, lo hacen ahora y lo han hecho a lo largo de la historia. “El trasiego ha sido y es permanente”, afirmó. Un claro ejemplo de la ruta de los productos es el cacao, que se fue a España desde América y volvió aquí ya convertido en chocolate. 
La gastronomía de la tercera tertulia dejaba atrás el invierno. En la ventana ya se asomaba una rica primavera.

PONENTES
Marcela Baruch Mangino
Periodista especializada en gastronomía y vinos. Crítica de restaurantes de las revistas Galería, La Semana Vitivinícola, Gastronómica y Paradigma. Sommelier profesional egresada de Fundaquim.

Esteban Briozzo
Propietario de la empresa de catering Gastronomía Integral de Montevideo. Colaboró en el prestigioso restaurante “El Bulli” del chef catalán Ferrán Adrià.

Hugo García Robles
Crítico y periodista cultural de larga trayectoria. Funda en 1984 la revista La Casa de Lúculo, primera del género gastronómico en el periodismo venezolano. De regreso a Montevideo ejercería, entre otras cosas, como asesor académico del ITHU, donde enseña Historia de la Cocina. Entre sus múltiples publicaciones se puede destacar El mantel celeste (2006) sobre historia y recetario de la cocina uruguaya.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Graffitis del Bicentenario

Dentro del marco de las actividades para festejar el Bicentenario, la Embajada de España y la Comisión del Bicentenario están organizando un concurso de graffitis, cuyo ganador será elegido por votación popular (vía Internet) de entre los trabajos preseleccionados que serán pintados en cinco murales de 4x2 en el paredón del Cementerio del Buceo.
Los trabajos deberán estar inspirados en el Bicentenario y ser entregados, cumpliendo las bases del concurso, en el CCE hasta el 16 de setiembre.
Más información y bases: www.cce.org.uy


viernes, 2 de septiembre de 2011

Gusto a España en la boca

¿Quién puede dudar de que la comida integra una parte esencial del concepto de identidad de un país? En el caso uruguayo, el legado de la comida española es tan amplio y rico (en sentido literal y también en sentido metafórico) que hay que hacer un incisivo análisis para determinar hasta dónde llegan las conexiones.

Los españoles introdujeron el ganado, con todas las repercusiones gastronómicas que esto produjo; las lentejas y los guisados, las masas, las tartas y las tortas, los postres. ¿Cómo se determinan los platos nacionales? ¿Hasta dónde llega la influencia? ¿Qué cambios se introdujeron en el correr del tiempo a partir de la semilla hispánica? ¿Qué grado de fusión tuvieron las recetas españolas con otras de otros países?

Este miércoles 7 de septiembre en el Centro Cultural de España tendremos la posibilidad de debatir estos temas, con la presencia de Hugo García Robles, Esteban Briozzo y Marcela Baruch, moderados por el periodista Valentín Trujillo, en la tercera tertulia del ciclo “¿Cómo seríamos sin Ẽ?” organizado por esta Embajada con motivo de las celebraciones del Bicentenario. 

 

lunes, 8 de agosto de 2011

¿Cómo sería nuestra cultura sin E?

“En otros países quizás te podrían contestar, aquí en Uruguay es más complicado dar una respuesta, porque los charrúas eran muy pocos”, así contestaba el Dr. Antonio Mercader a la pregunta que acababa de lanzar el periodista Daniel Viglione, moderador de la charla “¿Cómo sería nuestra cultura sin E?”. Con esta respuesta, y en una nueva tarde fría de Montevideo, se daba inicio a la segunda tertulia del ciclo que organiza la Embajada de España, con motivo de los festejos del Bicentenario.
Mercader, Comisario del pabellón uruguayo en la Exposición Universal de Sevilla, Ministro de Educación y Cultura (92-95, 2000-2002), y actualmente docente de Comunicación Social en la UCUDAL, añadía después que, según su opinión, la cultura uruguaya tendría valores distintos, entre los cuales destacó la lengua, la historia (“el sentido de la libertad”), la educación (“en su organización y estructura”), las artes visuales y la música. Al introducir el tema de la lengua, la profesora de Historia y periodista María Emilia Pérez Santarcieri, que compartía la mesa junto a Mercader y Cecilia Pérez Mondino, añadió que para ella la gran virtud del castellano frente a otras lenguas es que se lee tal y como se escribe.
Por su parte, la historiadora Cecilia Pérez, cuyo tema de investigación es desde hace muchos años el estudio de cómo los uruguayos vivieron la Guerra Civil española, reflexionó sobre la importancia de plantearse “cómo hubiéramos sido si…” Para Cecilia Pérez, simplemente “no seríamos como somos”, una respuesta aparentemente sencilla pero que alberga una profunda reflexión filosófica e histórica. Cecilia Pérez explicó en la charla que plantearse como sería una cultura si no se hubieran dado algunos procesos sociales es algo sobre lo que muchos historiadores han reflexionado.
“Al plantearme como hubiera sido la cultura del Uruguay sin E, automáticamente me pregunté qué hubiera sido del teatro uruguayo sin España”, continuaba Cecilia Pérez. “Nombres como Margarida Xirgu o José Estruch son hoy indisociables de nuestra cultura. La catalana Xirgu aportó rigor y repertorio universal a nuestro teatro, mientras que el valenciano Estruch, una figura muy interesante que hay que rescatar, agregó el valor de la interpretación colectiva y la improvisación”, añadió la historiadora. “No obstante, también hemos de reflexionar sobre qué fue lo que se llevó Estruch del Uruguay al regresar a España”, concluyó Cecilia Pérez.
La periodista e historiadora María Emilia Pérez, autora de "Desde 1811", un nuevo libro en el marco del Bicentenario del proceso emancipador del Uruguay, donde ha volcado reseñas biográficas de 130 personalidades de perfil muy variado que han dado lustre al país, quiso rescatar el papel de la zarzuela en “nuestras raíces”. Según su opinión, la zarzuela ha perdido espacio teatral y social respecto a años atrás, cuando se podía escuchar cada martes y sábado en la radio uruguaya.
Daniel Viglione, que moderaba el coloquio, quiso destacar también el valor de las tertulias, ya que, en su opinión, éstas están arraigadas a la cultura uruguaya y tienen una clara herencia española.
Para finalizar la charla, María Emilia Pérez recordó que España es de los pocos países donde las mujeres han podido conservar siempre su apellido, su identidad. “Así que, al menos, si no hubiera venido España, ahora las mujeres nos llamaríamos de otra manera”, concluyó la historiadora y periodista entre las sonrisas de los asistentes.

Ponentes
Cecilia Pérez Mondino:
Profesora de Historia e historiadora. Su tema de investigación es desde hace muchos años el estudio de cómo los uruguayos vivieron la Guerra Civil española. En 2006 ha sido la organizadora de una exposición en el CCE sobre ese tema. Trabaja, además, en un colegio privado y en la Facultad de la Cultura del CLAEH donde coordina cursos de Historia, Cultura y Patrimonio.
María Emilia Pérez Santarcieri
Nacida en Montevideo, Pérez Santarcieri es profesora de Historia, periodista especializada con larga actuación en radio y televisión, autora de varios libros sobre su terreno de estudio, luchadora por el afianzamiento de la identidad nacional y conferencista de copiosa trayectoria. Lanza "Desde 1811", un nuevo libro en el marco del Bicentenario del proceso emancipador del Uruguay, y vuelca allí reseñas biográficas sobre 130 personalidades de perfil muy variado que han dado lustre al país. Profesora de Historia, egresada del IPA, con actividad en la enseñanza media, la universitaria y el IPA. Comunicadora en diferentes medios y autora de varios libros( el último, aparecido hace un mes). Presidente de la Comisión Especial de Nomenclatura, que asesora a la Intendencia de Montevideo. Fueron muy exitosos los paseos guiados, que realizó durante años por la capital.
Antonio Mercader
Abogado, periodista y político. Comisario del pabellón uruguayo en la Exposición Universal de Sevilla, y luego Ministro de Educación y Cultura. Docente universitario de Comunicación Social en la UCUDAL.

viernes, 22 de julio de 2011

Libertadores de Iberoamérica: Artigas - La Redota

En el marco de las celebraciones de los Bicentenarios que se están llevando a cabo desde el pasado año en Iberoamérica, Televisión Española está financiando una serie de ocho películas que integran la colección “Libertadores”, relativas a los héroes de las independencias iberoamericanas.

En el caso de Uruguay, el próximo lunes 25 de julio tendrá lugar en el Teatro Solís  l’avant-première de Artigas – La Redota, una película de César Charlone que partiendo del retrato que Juan Manuel Blanes realizó del libertador reconstruye la leyenda de Artigas. El realizador uruguayo afincado en Brasil narra como el pintor uruguayo (interpretado por Yamandú Cruz) en su labor de retratar al libertador, da con las anotaciones de Aníbal Larra (interpretado por Rodolfo Sancho) que haciéndose pasar por periodista de un diario estadounidense se infiltra en el campamento con el objetivo de asesinar a Artigas.

La colección entera, llamada “Libertadores” está compuesta de ocho películas que narran las historias de José de san Martín (Argentina), José Martí (Cuba), Miguel Hidalgo (México), Simón Bolívar (Venezuela), Tupac Amaru (Perú), Joaquín José da Silva Xavier (Brasil) y Bernardo O’Higgins (Chile).

La película se estrenará en todas las salas de cine del Uruguay el próximo viernes 29 de julio.

viernes, 8 de julio de 2011

Primera tertulia: ¿cómo sería nuestra identidad sin Ẽ? Somos como somos, pero somos contagiosos…


“¿Alguien tendrá unos lentes de 1.5 de presbicia para prestarme?” preguntó Gerardo Sotelo antes de comenzar la presentación. Eran las 19:05 de una tarde de invierno en toda regla, fuera, hacía un frío terrorífico, en la cafetería del CCE el ambiente era agradable, y una veintena de personas se habían animado a desafiar al viento para asistir a la primera tertulia del ciclo “¿Como seríamos sin E?”, el tema: la Identidad.


“¿Le sirve 2.5?” preguntó una señora, “yo tengo de 2”, dijo otra voz. Mientras, el moderador se iba probando los distintos lentes que llegaban a su mesa, “es que me olvidé los míos, y ahora no puedo leer el texto que preparé”. Finalmente unos le sirvieron y comenzó entonces a presentar al tema de la tertulia, la Identidad, antes de presentar a los dos ponentes, con la anécdota de su llegada a un evento de Parva Domus, y relacionando la identidad con los valores familiares.


La primera ponente, Alicia Casa de Barrán, comenzó su exposición hablando sobre el significado del término identidad, haciendo especialmente hincapié en la distinción entre identidad de la sociedad e identidad de la nación. La identidad nacional se desarrollaría bajo la influencia de elementos sentimentales como el orgullo de la pertenencia y la necesidad de afirmarse frente a los demás, diferenciándose de las demás naciones. Añadía a continuación que, siendo la identidad una construcción social, esta se encuentra sujeta a los cambios históricos, y bajo esa influencia se ha ido desarrollando la identidad uruguaya también. Cuando nació, a finales del siglo XIX- principios del siglo XX se quería diferenciar a la sociedad uruguaya del resto de sociedades latinoamericanas e incluir a la población criolla europea en esta. Por ello se fue construyendo alrededor de tres pilares fundamentales: la piel blanca, la alta cultura francesa y el origen español e italiano de la población. Más adelante con las distintas crisis, se quiso desvincular a la identidad uruguaya de la España franquista, para luego volver a querer vincularse a la España de la Unión Europea y del crecimiento económico. Y así seguirá siendo afectada, la identidad uruguaya, por los cambios históricos. Casas concluyó con una anécdota, la noticia de un concierto de celebración del “Día Europeo de la Música” de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias en España, con un programa exclusivamente de tango: “Somos como somos, a pesar de o por fortuna de. Eso sí, somos contagiosos”.


Luís Bértola empezó rememorando su fecha de nacimiento, 1954, que suele ponerse como inicio del deterioro económico del Uruguay, y se definió como uno más de los “hijos de la destrucción del europeísmo” uruguayo… De forma cómica, el economista comentó que esta es una generación obsesionada con las causas de la crisis económica del país, y que lo más fácil, obviamente, era echarle la culpa de todo a la herencia española… y sin embargo, añadió, es posible que las cosas hubieran sido igual de haber sido otro el colonizador, y para ilustrar esta afirmación de manera divertida, rememoró un comercial de la televisión que mostraba un Montevideo anglófono, pero en el que las cosas al final eran más o menos iguales que ahora… Bértola continuó con una visión más material de la construcción de la identidad uruguaya, haciendo hincapié en los factores económicos (la propiedad de la tierra, la debilidad de las elites locales), tanto en los valores económicos que trajo el colonizador, como en las riquezas naturales que encontró al desembarcar. Consideró importante hablar de una identidad más grande, la de América Latina, que estaría compuesta por tres pilares: las culturas precolombinas, sociedades extremadamente complejas, a la que no debía aplicárseles sin más el mito del socialismo primitivo pues eran sociedades esclavista, la herencia de la sociedad española, y el neocolonialismo de los siglos XIX y XX.


A continuación los asistentes participaron con preguntas y aportes varios: en muchos casos, con vivencias personales, y también con análisis discrepantes o con matices. La tertulia estaba servida…




IDENTIDAD NACIONAL por Alicia Casas de Barrán*


        El problema de la identidad puede implicar varios sujetos. La identidad como fenómeno de la Nación, como la Nación se ve a si misma, como interpreta su pasado, su presente y su porvenir, que factores en común cree encontrar que la identifican y sobretodo la diferencia del resto de las naciones, particularmente las de su entorno.

        Otro sujeto la identidad de la sociedad. Como la sociedad se percibe, como expresa sus características, sus virtudes y sus deficiencias. Lo que diferenciaría las dos identidades es más que el sentimiento de pertenencia el sentimiento de orgullo de la pertenencia.

        En el caso de la identidad nacional ese orgullo está siempre a flor de piel y la identidad es a menudo confrontativa y aparece como una reacción de afirmación frente al otro o los otros.
        En todos esos casos, sin embargo, la Identidad es siempre una creación, una invención de la Nación, de la sociedad en su conjunto, o de los diversos grupos sociales que la integran. Y si es una invención esta sujeta al cambio histórico, a la diversidad de las solicitaciones que provienen de los presentes y de los diversos grupos de la sociedad.

        La identidad de la nación uruguaya, por ejemplo, se construyó sobretodo a fines de siglo XIX y comienzos del XX con el objetivo de incluir a la inmigración europea en el seno de la sociedad criolla receptora, y particularmente con la finalidad de diferenciar a la nación uruguaya del resto de los países iberoamericanos.

        Así, en el (a menudo muy bien fundado) imaginario de aquella sociedad, lo extranjero entendido como lo europeo comenzó a ser parte de ser nacional, y lo iberoamericano entendido como lo indígena, a ser parte del otro.

        El orgullo de los uruguayos en 1900 consistía en ser blancos, descendientes de la inmigración española e italiana, nutridos por la alta cultura de origen francés, y haber construido una sociedad política democrática.

        Este imaginario, comenzó a cambiar cuando la crisis económica de la segunda mitad del siglo XX hizo que la sociedad dudara de él, y luego comenzara a crear otro en su sustitución.
        Y así, en el imaginario colectivo y los medios de izquierda especialmente, comenzaron a afirmarse a al identificación del ser nacional uruguayo con lo iberoamericano y sus problemas y a ser juzgada la europeización como meramente superficial o como una traición a la esencia dependiente de Iberoamérica.

        Los rasgos de la identidad también varían de acuerdo a cambios, solo en apariencia menos profundos, que existen en la historia de las sociedades. Pero no solamente existen las identidades colectivas, también existen las identidades grupales.
        De aquí en más podemos preguntarnos como se habrían conformado esas identidades grupales y/o colectivas sin la presencia de España.

        El Tratado de Tordesillas (1494) dispuso una línea imaginaria a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde y dispuso además que más allá de esa línea, las tierras descubiertas o por descubrir quedarían en posesión de España. Y allí estamos nosotros.

        Dicen por allí que entre nuestras señales identitarias se cuenta que somos grises, tristones, que tenemos algo así como alma de tango.

        Trabajé con un Rector con quien hablamos bastante de nuestros antepasados. Sus abuelos eran gallegos, el los recordaba como personas taciturnas a las nunca había visto ni oído reír.

        Yo conviví 20 años con mi abuela catalana, una señora vestida de negro, llevó luto por su esposo toda su vida y me sucedió lo mismo ni en la foto que aun conservo se sonrió. Esos migrantes que vinieron a lejanas tierras en busca de un destino mejor, tuvieron sentimientos contradictorios, por un lado la esperanza y por otro la nostalgia del terruño perdido. Nosotros somos el producto de aquella esperanza y a la vez de aquella nostalgia.

        Con esto no estoy queriendo significar que si España no hubiese estado en nosotros, seríamos alegres como castañuelas. Lo que si quiero decir es que nuestra veta gris, o sepia para ser más teniente, es contagiosa.

        Leeré dos párrafos que aparentemente avalan lo dicho:

La Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA) celebra el próximo martes, 21 de junio, el “Día Europeo de la Música” con el estreno en España del concierto “Tango Sinfónico”.

Según información de la organización, este espectáculo contará con el tenor José Manuel Zapata interpretando títulos del género como “Cambalache”, “Volver”, “Nostalgia” o “Por una cabeza”. Dirigió este espectáculo Joan Alber Amargós, un prestigiosos director.

        Somos como somos, a pesar de o por fortuna de. Eso sí, somos contagiosos.







* Directora del Archivo General de la Nación. Profesora de la Universidad de la República. Montevideo, Uruguay.

viernes, 24 de junio de 2011

Primera tertulia: ¿Cómo sería la identidad uruguaya sin Ẽ? "Pepos", de Gerardo Sotelo

Iniciando el debate para la tertulia del próximo día 6 de julio en el CCE, en el que Alicia Casas, Hebert Gatto y Gabriel Oddone reflexionarán sobre cómo sería la identidad uruguaya sin el elemento español, Gerardo Sotelo, invitado a moderar el debate, comparte con nosotros las siguientes ideas:



Pensar como sería Uruguay sin E es parecido a imaginar cómo sería nuestro tío sin bigotes. Probablemente sería nuestra tía, aunque podría ser también nuestra suegra o la peluquera de la esquina. Dicho de otro modo, no se pude imaginar Uruguay sin E, al menos nada  que sea parecido al Uruguay que conocemos.

No obstante resultar en apariencia inconducente, este tipo de razonamiento contrafáctico es más frecuente de lo que suponemos. Por ejemplo, suele acompañar el éxtasis que nos provoca la presencia de nuestros seres amados. Así, nos preguntamos qué hubiera sido de nuestras vidas si no íbamos a ese baile, ante el terror que nos causa la sola hipótesis de imaginarnos una vida sin nuestras esposas e hijos.

No se trata tan sólo de especular si serían rubios o hablarían portugués como lengua materna, sino de imaginarnos como protagonistas de otra vida. Nos coloca fuera de nuestra identidad, nos convierte en otro. Literalmente, nos altera. De ahí que el razonamiento contrafáctico genere un sentimiento de pavor cuando lo aplicamos a nuestros vínculos sentimentales o familiares, pero pueda volverse sugerente cuando lo trasladamos a nuestra identidad comunitaria.

Liberados de la lógica implacable de la realidad, nos aventuramos a evaluar sus resultados a la luz de lo que pudimos ser y no fuimos. ¿Cómo seríamos si la E no fuera de España sino de England? ¿Cómo seríamos con la CH. de charrúas? ¿O preferiríamos, en ese caso, al menos la G. de guaraníes, antiguos propietarios de esta tierra y esta agua a la que le dieron nombre?

Para muchos de nosotros, la ausencia de E. no es una especulación referida a las potencias imperiales sino a nuestra propia composición familiar. Cuando yo era niño, al menos un tercio de mi familia era española o descendiente de españoles. En la rutina de la vida diaria, su cercanía era considerablemente mayor. ¿Cómo sería yo si mi abuela Josefa no hubiera nacido en Puerto del Son sino en Liverpool? And what about me?

Una vez me invitaron a un almuerzo en la República de Parva Domus, una institución que se caracteriza por su sentido del humor, centenario como la propia institución. Al llegar, su presidente me recibe con estudiado malestar y me dice: “La verdad que no puedo felicitarlo porque el programa que hacía en televisión me parecía horrible”. Mi respuesta, gestual e instintiva, disparó una pregunta de mi interlocutor. “¿Usted es gallego?” Mientras intentaba responderle, me acotó: “se lo digo porque los gallegos juntan las cejas cuando escuchan algo que no les gusta”. Jamás hubiera imaginado cuánto le debía al abuelo Pepo y la abuela Pepa. Ciertamente, no sé qué sería de Uruguay sin E, pero no quiero ni saber qué sería de mí.

¿Cómo seríamos sin Ẽ…?

¿Cómo sería el Uruguay si España no hubiera estado presente en ningún momento de su historia? ¿Cómo sería la Historia uruguaya si hubiera sido otro el país colonial, otro el país contra el que se luchó para la independencia, otro el país de origen de los cientos de miles de inmigrantes, otro el país de destino para miles de exilados y emigrantes…?

Esta es la pregunta que se plantea a los uruguayos, continuando con el programa de actividades con el que la Embajada de España quiere acompañar los festejos del Bicentenario. Durante los próximos 5 meses, el CCE ofrecerá una serie de  tertulias ¿Cómo seríamos sin Ẽ? en las que se planteará una reflexión sobre cómo sería Uruguay, desde distintos puntos de vista. Participarán en ella especialistas en diversas áreas para debatir en torno a la influencia que haya tenido España, en aspectos tan variados como la identidad, la cultura, la economía, la gastronomía y la cultura política. 20 años no es nada, pero sí que lo son 200, y puede ser un buen momento para que uruguayos reflexionen sobre los elementos originariamente españoles que puedan detectar en su naturaleza.

La primera tertulia tendrá lugar el próximo miércoles 6 de julio, a las 19 horas, con la participación de la profesora Alicia Casas, el Dr. Hebert Gatto y el economista Gabriel Oddone. Los tres, moderados por el periodista Gerardo Sotelo, plantearán la cuestión de cómo sería la identidad uruguaya si no hubiera estado España.

Como espacio interactivo para conocer  todas las opiniones se ha creado este blog, en el que desde hoy se  invita a todos a participar del debate, de forma que las opiniones puedan ser leídas durante la tertulia y compartidas por los asistentes.